jueves, 23 de marzo de 2017

Un giro inesperado

Un giro inesperado

 
Han transcurrido dos largos años, muy  cansados, ajetreados, y sacudidores  desde mi última entrada a mi blog. Tiempo de mucho trabajo, de esfuerzo, pero al final, todo empieza a tomar su cauce.
En estos dos años, la vida me ha dado sorpresas. Esos momentos cumbre, en que valoras, analizas, estudias la situación, y de pronto, la vida se extiende como tapete, y te la da opción de tejer tus propias historias, tus sueños, tu destino.
 Navegar sin brújula, con la sensación de no encajar en ningún lado, y al mismo tiempo esforzándome para  ser “normal”, o por lo menos hacer bien las cosas, me llevó a un punto de quiebre. Me he dedicado al arte toda mi vida, ya sea creando, dando talleres o laborando en escuelas o proyectos. Siempre dando lo mejor, pero a costa de mi salud mental, y emocional. Hasta que ciertos sucesos, me obligaron a buscar ayuda. La parte espiritual me gusta mucho y siempre recurro a ello, la meditación por ejemplo, o tomando cursos de desarrollo espiritual. Pero esta vez, necesitaba algo más.
En agosto del año pasado (2016), recibí mi  diagnóstico: autismo.
Y desde entonces, entendí todo. Mi vida  se aclaró.
Gracias al apoyo de mi familia y amigos cercanos, y de mucha gente que he ido conociendo en el camino, hoy me siento muy bien. Muy escuchada y apoyada. Y quiero compartir mi historia, mi pensar, y mis reflexiones, porque sé que hay mucha gente que sigue navegando  esperando por una pista que los lleve a buen rumbo.
Escribo por los niños, los que vienen detrás, pero a las vez tan adelantados, que ha falta de diagnóstico, se  les etiqueta de malcriados; o que por falta de información y preparación para educar a esos niños, se les receta medicamentos, a costa de la salud de sus pequeños cuerpos. Es común escuchar a maestras pedir que se medique a un niño, porque “no hace caso”. La medicación en los niños es algo muy serio y delicado, que en algunos casos aplica, y que compete solo a los profesionales de la salud. Cada caso es único.
Nunca fui medicada, yo no tuve diagnóstico de niña. Mis rarezas fueron justificadas por el hecho de nacer en familia de artistas.
El arte es mi conexión conmigo, y con el mundo.
 Y esa es mi postura, mi mensaje, mi razón para vivir. Promover el arte, en cualquiera de sus manifestaciones, como herramienta para desarrollo del individuo. Arte para ser, y hacer.
Y seguiré compartiendo.
Alma Guerrero.Marzo.2017




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